Autonomía: Capacidad de pensar por sí mismo, actuar con capacidad crítica y aprender de las experiencias, para pactar sus propios acuerdos, necesidades, metas disciplinares, en concreto (conocerse, aceptarse y aprender mejor desde su iniciativa personal) aprende a adaptarse al cambio.
Respeto: El estudiante normalista se anima en la tolerancia, signo de una persona de bien, permite la aceptación de las diferencias ajenas y el reconocimiento de las virtudes de los demás, reconoce el respeto hacia el propio ser, evita ofensas, rencores, ridiculizaciones, prepotencias y sobre todo la calumnia. En resumen el discernimiento en lo individual, en la diversidad y la totalidad proporciona sabiduría.
Libertad: La escuela normal considera importante educar en este valor, por ser fundamento de las buenas relaciones en la sociedad, por eso está sembrada en el buen gusto y el respeto a la dignidad de las personas, en la libertad de hablar, escribir, producir y re significar lo que conviene a todos sin imposición para proteger este derecho constitucional. La educación sin este componente sería castrada.
Disciplina: (Responsabilidad proactiva) Recurre al esmero de hacer las actividades bien, a tiempo, concentrado, el fin de no improvisar, revisar y corregirlas y, cumplir sin necesidad de llamados de atención.
Solidaridad : (Compartir) capitalizada en el sentido de pertenencia , en el pensamiento altruista, y la ayuda a los demás desde la espiritualidad, cognitividad, emocionalidad, busca establecer una relación humana social desde lo material y lo inmaterial y todos esos recursos y talento humano que sirven de patrimonio al bien común.
Civismo: Establecimiento de las relaciones amigables con el ciudadano y el entorno, secundados en la integración social, a través del buen ejemplo, en armonía con los deberes morales (normas de urbanidad y cortesía) y la eco sostenibilidad en la preservación del medio ambiente.
Magnanimidad: Disposición de entregarse, darse, avanzar en medio de la adversidad, de comprender, causar respeto y admiración. Es la entrega total de la persona para servir desinteresadamente, preocupada del bienestar de los demás sin medirlos por el beneficio que pueda retribuirlo.